El reflector Semicorex SiC es un elemento fundamental en varios procesos de fabricación de semiconductores. Semicorex se compromete a ofrecer productos de calidad a precios competitivos y esperamos convertirnos en su socio a largo plazo en China*.
El reflector Semicorex SiC es conocido por su excepcional conductividad térmica, alta reflectividad y durabilidad inigualable, lo que los hace indispensables en la industria de los semiconductores.
Un reflector de SiC es un componente óptico especializado diseñado para reflejar la luz y la energía térmica en los procesos de fabricación de semiconductores. El carburo de silicio (SiC) es un compuesto de silicio y carbono, conocido por sus excepcionales propiedades físicas y químicas. Los reflectores fabricados con SiC están diseñados para soportar condiciones extremas, lo que los hace ideales para aplicaciones en las que hay altas temperaturas, entornos corrosivos y fotones de alta energía.
Una de las ventajas más importantes del reflector de SiC es su conductividad térmica superior. El material de SiC tiene una tasa de conductividad térmica varias veces mayor que la de los materiales tradicionales como el óxido de aluminio (Al2O3) o el cuarzo. Esta propiedad permite una disipación eficiente del calor, evitando el sobrecalentamiento y garantizando un rendimiento estable incluso en condiciones de alta temperatura.
El reflector de SiC exhibe una excelente reflectividad, particularmente en los espectros ultravioleta (UV) e infrarrojo (IR). Esta alta reflectividad garantiza que la máxima cantidad de luz se redirija hacia el área objetivo, mejorando la eficiencia de los procesos de semiconductores como la fotolitografía, el procesamiento térmico rápido (RTP) y la deposición química de vapor (CVD).
El carburo de silicio es conocido por su dureza y resistencia al desgaste. Los reflectores de SiC son muy duraderos, capaces de soportar tensiones mecánicas y resistentes a la corrosión química. Esta durabilidad se traduce en una vida útil más larga, lo que reduce la frecuencia de reemplazos y mantenimiento y, en última instancia, reduce el costo total de propiedad.